Combarro, el pueblo de los hórreos Pueblos

En la costa de la ría de Pontevedra, en las orillas de las famosas Rias Baixas, se encuentra Combarro, uno de los pueblos gallegos más bellos de la zona. Su núcleo urbano fue declarado conjunto histórico artístico en el año 1972 y se destaca por la cantidad y variedad de hórreos y cruceiros.

Algunas veces la vida nos sorprende y descubrimos la belleza, la magia, casi por casualidad. Así sucedió con Combarro, este pueblo pontevedrés encantador. Fue una tarde de primavera, ya casi yéndome de Galicia cuando una prima se encaprichó en que no podía irme de Pontevedra sin llevarme un "orujo" de algún lugar "especial".

El orujo, o aguardiente de orujo, es una bebida alcohólica destilada procedente de los hollejos de las uvas. Se suele tomar o consumir en vasos pequeñitos, conocidos como chupitos, después de almorzar o cenar, en sobremesa o a la hora del café o los postres. El "lugar especial" donde ir a comprarlo, en este caso fue "COMBARRO".

Caminar sus calles empedradas nos lleva a descubrir sus hórreos al pie del mar y sus cruceiros situados en plazas, o cruces de calles y las antiguas casas marineras que sintetizan la arquitectura tradicional de Galicia. 

Si bien estas construcciones son típicas de toda la región, este pueblo se destaca por la cantidad y variedad de los mismos. En estos graneros se guardaba maíz, cereales, y otros alimentos, a resguardo de la humedad y de los roedores. Por eso su principal característica es que están levantados con pilares de piedras.  A diferencia de otros lugares, también se solían utilizar para secar pescado.

 Dicen los vecinos que en Combarro hay más de 70 hórreos y que cada uno es diferente, en tamaño y en construcción. La mayoría se encuentran a orillas del mar y hoy en pleno ofrecimiento turístico son decorados con flores.

 Visitar Combarro es recorrer sus calles especiales, la Rúa do Mar, paralela a la ría, la más turística, donde no solo se destacan los hórreos sino también restaurantes, negocios de recuerdos y artesanías y casas típicas.  Otra calle paralela es San Roque, un poco más tranquila y donde se encuentran diferentes plazas con sus típicos cruceiros y la iglesia de San Roque.

Una de las encantadoras calles de Combarro
 

 Los cruceiros son cruces de piedra que se construían en la intersección de calles o caminos y por lo general cerca de templos religiosos. En la Plaza da Fonte se encuentra uno de los más antiguos del pueblo, que data del año 1771, que al igual que la mayoría está hecho de granito. Casi todos están en el centro, fueron construidos en los siglos XVIII y XIX y tienen imágenes de vírgenes que miran hacia el mar,  Cristo crucificado y  pequeños altares adornados.

 Y entre hórreos y cruceiros, las típicas casas marineras donde siguen viviendo los pescadores. Viviendas que tenían dos plantas, la planta baja donde se guardaban los elementos de pesca, también ocupadas en la actualidad por algunos comercios, y la segunda planta donde se habitaba y desde sus balcones se disfrutaba de una vista encantadora. Hoy muchos de estos balcones se destacan por sus decorados de flores.

 Como si todo esto fuera poco para quienes se acercan a conocer la belleza de este pueblo, la "Praia do Padrón"  se puede disfrutar cuando baja la marea y nos permite apreciar la belleza del paisaje desde diferentes vistas.

 Cuando el sol se va ocultando en Combarro y el reflejo de su paisaje marinero nos remite a otros tiempos con una belleza particular,  es muy fácil reconocer que la búsqueda del famoso orujo fue simplemente una excusa para no irse de Galicia sin conocer este rincón tan especial e inolvidable.

  Texto y fotos y fotos: Silvina Di Caudo

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NIPO: 121-21-001-7

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